Existen una gran cantidad de criterios al hablar de tipos de clientes, pero nos hemos puesto a pensar ¿cómo clasificaríamos los tipos de atención al cliente que recibimos? Aquí les dejamos los que consideramos más comunes:
El que no suelta el teléfono: Este empleado y su teléfono se han convertido en una sola persona, mientras te atiende no puede dejar de responder el mensaje que le llegó, incluso podría hasta dejarte esperando algunos minutos mientras termina su conversación.
Despertó con el pie izquierdo: La sonrisa y la buena actitud a la hora de prestar atención al cliente quedaron en el olvido, a este empleado le pasó una serie de infortunios antes de llegar al trabajo los cuales se reflejarán en su cara y su actitud a la hora de atenderte, sentirás que te regaña en vez de informarte y no te quedarán ganas de preguntar nada más.
Olvidó los buenos días: Nada más agradable que un empleado que se toma la molestia de saludarte en forma educada, nos hace sentir recibidos e importante para la empresa, sin embargo nos encontraremos aquellos que olvidan hasta el “por favor” y el “gracias”.
El que te ignora: Este empleado siempre está ocupado, lo verás conversando con otros colegas de la empresa, viendo su teléfono o ignorando tu presencia. Tendrás que ponerte frente a él y comunicarle tu inquietud. Él no tendrá la iniciativa de hacerlo primero.
El cazador: Ciertamente deseamos que el staff de la empresa tenga la disposición de ayudarnos y asesorarnos, pero algo que definitivamente calificamos como negativo, son aquellos que cazan, persiguen y andan detrás de nosotros. Los clientes saben lo que quieren y van a ir a buscarlo por su cuenta, no hay necesidad de cazarlos, solo atraerlos de forma positiva.
Lo cierto de todo esto es que el cliente emite opiniones de la organización en función a como fue atendido, por ello la importancia de centrar esfuerzos en brindar la mejor calidad de atención al cliente, y lograr así la confiabilidad y fidelidad de nuestras marcas
El que no suelta el teléfono: Este empleado y su teléfono se han convertido en una sola persona, mientras te atiende no puede dejar de responder el mensaje que le llegó, incluso podría hasta dejarte esperando algunos minutos mientras termina su conversación.
Despertó con el pie izquierdo: La sonrisa y la buena actitud a la hora de prestar atención al cliente quedaron en el olvido, a este empleado le pasó una serie de infortunios antes de llegar al trabajo los cuales se reflejarán en su cara y su actitud a la hora de atenderte, sentirás que te regaña en vez de informarte y no te quedarán ganas de preguntar nada más.
Olvidó los buenos días: Nada más agradable que un empleado que se toma la molestia de saludarte en forma educada, nos hace sentir recibidos e importante para la empresa, sin embargo nos encontraremos aquellos que olvidan hasta el “por favor” y el “gracias”.
El que te ignora: Este empleado siempre está ocupado, lo verás conversando con otros colegas de la empresa, viendo su teléfono o ignorando tu presencia. Tendrás que ponerte frente a él y comunicarle tu inquietud. Él no tendrá la iniciativa de hacerlo primero.
El cazador: Ciertamente deseamos que el staff de la empresa tenga la disposición de ayudarnos y asesorarnos, pero algo que definitivamente calificamos como negativo, son aquellos que cazan, persiguen y andan detrás de nosotros. Los clientes saben lo que quieren y van a ir a buscarlo por su cuenta, no hay necesidad de cazarlos, solo atraerlos de forma positiva.
Lo cierto de todo esto es que el cliente emite opiniones de la organización en función a como fue atendido, por ello la importancia de centrar esfuerzos en brindar la mejor calidad de atención al cliente, y lograr así la confiabilidad y fidelidad de nuestras marcas
buena informacion
ResponderBorrarmuy buena información :)
ResponderBorrarmuy buena información excelente
ResponderBorrarMe sirvió mucho tu informacion
ResponderBorrarmuy buena información
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